
- Copper Bill
- 2020
La franquicia "Rápidos y Furiosos" retrocede un paso atrás con "Rápidos y furiosos 8", la octava entrega de famosa y afamada serie que se ha convertido en una versión de más alta velocidad de James Bond. En esta oportunidad a pesar de algunas piezas bien inspiradas, han terminado con una serie de secuelas exitosas que parecían mejorar con cada película, puede que sea toda una decepción para sus fanáticos debido al giro brusco que se le ha dado .
Primeramente por la agridulce despedida del fallecido Paul Walker en la película anterior, "Fate" ahora gira en torno al Dominic de Vin Diesel, quien conspira contra todos a su alrededor cuando es extorsionado por un enigmático terrorista diestro en tecnología llamado Cipher (Charlize Theron). Con Dominic ahora traido, su ex equipo unen fuerzas con caras conocidas de su pasado, incluido el agente especial Hobbs (Dwayne Johnson) y el ex nemesis Deckard (Jason Statham), para salvar a su amigo.
El director F. Gary Gray hace un excelente trabajo al tratar de mantener el "Destino" avanzando vertiginosamente, pero es difícil no cansarse con una película que dura ciento treinta y seis minutos (136). La acción arriba en olas casi adormecidas, que no le dan al espectador la ocasión de considerar algunos de los mejores momentos de la película. Una persecución realizada en Nueva York es suficientemente impresionante, pero escapar de un avión que involucra a Deckard no solamente funciona como una secuencia de acción, sino que también genera algo de humor inteligente que las personas disfrutan mucho, escena que el director sabe aprovecha al máximo; pero también genera la pregunta ¿Esto es todo lo que ofrece? ¿Es la mejor acción que puedes dar?
Lamentablemente, esas dos secuencias no son suficientes para complementar una película que tiene bastantes fallas y es que desde el principio de la franquicia se consideró un género de acción y carreras con una trama creíble y atrayente quedando aquí con un enorme vacío o falta de trama. El reparto ha crecido mucho en estas últimas entregas, lo que dificulta distribuir el tiempo para que cada uno tenga su momento emblemático en pantalla grande. El rol de Johnson consiste básicamente en cortar las promos del estilo de la WWE, mientras que los cameos de Kurt Russell y Helen Mirren no proporcionan la chispa que deberían tener. Viene Theron, que es sinceramente un adversario sumamente insípido, con falta de emoción, y es que el guion no se presta para que haga algo que valga la pena, solo estar allí en la pantalla del computador, y es que al igual que todas las películas de Bond, las películas de la serie furiosas no son interesantes si no existe un buen villano que la haga prosperar y lamentablemente eso no pasa aquí.
Y es que será falta el toque especial que le daba a la franquicia el fallecido Paul Walker, él con Vin Diesel hacían un dúo extraordinario, cada cual le daba su toque y las personas se habían acostumbrado a ellos, era como el dúo dinámico. Realmente es como que la franquicia sufrió un decaimiento, a pesar de que incorporaron como en la anterior Dwayne Johnson para buscar más aceptación de público, ya que este último se ha destacado en muchas películas esta última década que han alcanzado un éxito en taquilla. Pero a pesar de este esfuerzo la franquicia no es la misma ni será igual, a pesar de las caras nuevas, y los giros de la trama.
Pero los fanáticos de Rápido y Furioso siempre estarán allí, dispuestos a perdonar una que otra cosa y seguro siempre serán los primeros para disfrutar cualquier film que esta franquicia les traiga.
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