
- La Liga de la Justicia de Zack Snyder
- 2021
Como todo el mundo sabe, Harry es el pequeño niño mago cuyos padres (también hechiceros) Lily y James fueron asesinados por el innombrable Voldemort. Pero luego es entregado a sus muggles, es decir, no mago, tía y tío civiles, y su primo gordo y arrogante, para ser intimidado toda su vida. Hasta que un día, Harry es llevado a Hogwarts, un glorioso internado para magos en práctica donde Harry es tutelado en el arte de las pociones, los hechizos y muchas otras cosas mágicas más.
Él es vigilado por el director Dumbledore (Richard Harris) un hombre barbudo muy sabio y de cabello nevado, cuya presencia en la pantalla habitual y muy leve es absolutamente correcta. Harris es asistido por la disciplinaria y picante Profesora McGonagall: interpretada por Maggie Smith.
Ian Hart es el tímido profesor Quirrell, y Alan Rickman se deleita con el papel del extraordinariamente siniestro Severus Snape, que habla desde una boca sensual, pero casi inmóvil, cuyas esquinas están resueltas hacia abajo.
Nuestro brillante protagonista es interpretado por Daniel Radcliffe, que tiene encanto y una personlidad abierta y encantadora, aunque sus amigos lo superan sutil pero claramente. De alguna manera, son un toque más vivo en la trama que el propio Harry, que acepta su destino y su heroísmo con una especie de imparcialidad que bordea la indiferencia, y nunca se preocupa por ninguna duda o cambio. Su mejor amigo Ron Weasley es Rupert Grint, y Emma Watson es la magnífica Hermione: imperiosa, impetuosa pero desconsoladamente leal.
Los efectos especiales de esta película son simplemente asombrosos para haber sido estrenada en noviembre de 2001: la cinematografía de John Seale y el diseño de Stuart Craig se combinan de manera excelente. Nos quedamos boquiabiertos ante las magníficas tomas del pasillo central de Hogwarts, con sus escaleras en movimiento y sus retratos animados y entretenidos. La escena central de Quidditch, ese extraño deporte que se juega volando en escobas mágicas, es sumamente emocionante. Los fanáticos de Hogwarts han elogiado y han amado el Quidditch casi como si fuese un deporte real, como si de rugby habláramos.
Los recién llegados son asignados al ingresar a la escuela a una casa, las cuales son cuatro: Slytherin, la casa para los tipos talentosos pero siniestros, Hufflepuff, la casa para los débiles y los nerds, Griffindor, donde están Harry y sus amigos, y por último la casa de la que probablemente vemos menos en la historia, Ravenclaw. Cabe destacar que para ser asignados, a los mismos se les coloca un sombrero parlante que los clasifica y los ordena una vez que evalúa a qué casa les iría mejor según su profundo análisis mágico.
El director Chris Columbus desarrolla toda la fantasía de manera excepcional, en la medida en que se puede jugar con los factores, y afortunadamente nunca sucumbe ante la tentación de distorsionar la historia para las risas de adultos, o de imponer una capa extra de "surrealismo" adulta que habría sido completamente errónea. Es interesante especular qué habría pasado si Terry Gilliam hubiera sido contratado para dirigir la película.
Más de 100 millones de copias de estas novelas ahora circulan en 47 idiomas. La versión cinematográfica del primer libro reclamó portadas de revistas al rededor de todo el mundo y está respaldada por una campaña de marketing inicial fijada en más de 40 millones de dólares. La película se ha vuelto un favorito para muchos, y rompió el récord de apertura en taquilla por tres días.
Chris Columbus ha creado un aspecto extraordinariamente detallado que es a la vez fantástico y que, sin embargo, tiene su propia realidad: muchos encontrarán gran parecido entre Hogwarts y la experiencia de ir a una escuela pública de Inglaterra, lo cuál le da a la película puntos por su atinada representación de las cosas, incluso dentro de su propio mundo mágico y fantasioso.
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